Colombia es un país clave que conecta el norte, centro y sur de América, es por esta razón que jugó un papel importante en la distribución de algunos cultivos como es el caso del cultivo de maíz.

Las diversas características ambientales de las diferentes regiones han permitido el desarrollo de variedades e híbridos que se adaptan a diferentes condiciones de clima, disponibilidad de agua y resistencia a plagas y enfermedades.

El maíz ha sido uno de los alimentos básicos de la dieta de los colombianos, incluso antes de la llegada de los españoles, por esta razón desde los indígenas y campesinos hasta los agricultores modernos han sido testigos y participes de las variedades que a lo largo de cientos de años se han desarrollado y mejorado con la finalidad de obtener mayores rendimientos y mejores cosechas.

Las semillas constituyen el insumo básico para todos los cultivos y el acceso a una semilla de calidad es indispensable para que un sistema de producción agrícola sea exitoso ya que contribuye con la obtención de altos rendimientos, generando mayor rentabilidad y otros beneficios, entre los que destacan dar el mejor uso de la tierra cultivable y garantizar la seguridad alimentaria del país.

La calidad de la semilla y su genética son los que en mayor medida determinan el rendimiento, la resistencia a plagas y enfermedades, la adaptabilidad al clima de cada región y la resiliencia a los impactos del cambio climático. Dada la necesidad de hacer frente a estas variables, las semillas mejoradas son la respuesta para alcanzar rendimientos superiores que el de las semillas nativas.

Híbridos de maíz

Hablemos de los híbridos de maíz, semillas que producen un rendimiento de grano superior al de sus padres, esto es consecuencia de un fenómeno biológico natural llamado heterosis o vigor híbrido. Un híbrido de maíz es entonces el resultado de la mejora genética de la especie que permite cruzar padres y producir semilla híbrida, existen tres tipos: simple, triple y doble, la mayor heterosis se expresa en los híbridos simples.

Los sistemas de cultivo de maíz

En Colombia se manejan dos sistemas de producción que son el sistema tecnificado y el sistema tradicional.

Sistema tecnificado: se refiere a los monocultivos en terrenos planos de más de cinco hectáreas, los terrenos además deben tener disponibilidad de agua y sistemas de riego. Se utilizan tecnologías basadas en la mecanización para la preparación de los suelos, la siembra en sí, se utilizan semillas mejoradas, así como fertilizantes.

Sistema tradicional: es un sistema que aún se utiliza en muchas regiones del país, principalmente en las que domina la economía familiar campesina. Se caracterizan por ser extensiones pequeñas, menores a las cinco hectáreas, se financian con capital propio o con créditos fuera de la banca. El grado de mecanización es muy bajo al igual que el uso de fertilizantes es limitado por un tema de recursos. Por todo lo anterior, por lo general los rendimientos que se obtienen no son altos y es importante destacar que en muchos casos no se utilizan las semillas adecuadas para las condiciones geográficas y climáticas.

Semilla Certificada

También se conocen como semillas comerciales, proceden de la madre y se obtienen a través de un proceso de producción riguroso y enmarcado en las normas gubernamentales de cada país.

En Colombia el ICA (Instituto Colombiano Agropecuario) es el ente encargado de controlar la producción de semillas certificadas y seleccionadas, de igual manera supervisa los procesos de importación, las unidades de investigación de semillas producidas por métodos de mejoramiento convencional y no convencional.

El éxito de un cultivo inicia con la selección de la semilla, sobre este punto es importante resaltar que es imposible que un cultivo pueda ser superior en calidad al de la semilla plantada.

Beneficios de la Semilla Certificada

El uso de semillas certificadas favorece un establecimiento del cultivo en campo rápido y uniforme, garantiza un inicio del cultivo libre de organismos patógenos, se evitan las contaminaciones varietales, y asegura cosechas de alta calidad cuando se lleva a cabo un manejo agronómico adecuado. La semilla es el único elemento del cual no se puede prescindir y es determinante en los rendimientos del cultivo por lo cual utilizar semilla adecuada contribuye a la sostenibilidad de la agricultura y la seguridad alimentaria.

De forma breve estos serían los beneficios:

• • Incremento de la productividad.
• • Germinación homogénea.
• • Cosechas de mejor calidad.
• • Disminución de los costos del cultivo, es importante que estos beneficios se contabilicen considerando no solo el valor de la semilla, sino incluyendo todos los costos de siembra, fertilización y control de los cultivos, así como el rendimiento de este.

Semillas Valle es una empresa líder de Colombia en producción de semilla híbrida certificada, con más de 50 años de tradición y experiencia, contribuimos al desarrollo agrícola de la región y el país.

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